Relatos – Oclusión Total

Oclusión Total en Latex por Mike Vickers

                 Charlotte miró fijo a través de la habitación por todo el dormitorio y suspiró suavemente, cansada de esperar el regreso de su querida amante. Ella normalmente lograba sobrellevar  estos períodos de inactividad sin ninguna dificultad, pero en esta ocasión sintió el lento paso del tiempo más agudo de lo habitual. A veces, era capaz de dormitar cuando Victoria estaba fuera haciendo compras o visitando amigos, pero esta vez una emoción incontenible se lo impedía.
             Charlotte sabía que algo muy especial iba a suceder y una ansiedad juvenil le hizo casi imposible dormir. El pensar en Victoria despertó sus sentidos como siempre ocurría. Imágenes de un erotismo exquisito llenaron su mente.
            Charlotte fue siempre muy sumisa, la fuente de ello fue su calvicie natural, que azotó cruelmente durante su adolescencia. Acosada por la crueldad de sus compañeros y privada de amigos por su particular desnudez, ella se retrajo a un mundo privado, una joven insegura y a veces asustadiza que no veía ningún futuro en una sociedad que coloca tanto énfasis en la perfección física.
              Fue Victoria quien la rescató, quien vio en ella su verdadera belleza y quien la convirtió en su sirvienta y esclava sexual La vida de Charlotte estaba ahora totalmente controlada por su ama. Su voluntaria conversión en una humilde sumisa había sido espectacularmente rápida – y dado lugar al inevitable e intoxicante predicamento que estaba por ocurrir.
             Ella lucho contra sus ataduras, pero el moverse probó ser imposible. Sellada contra un taburete y colocada delante del tocador de Victoria, podría hacer poco más que mirar alrededor de la sala a través de los lentes de plástico que formaban parte de su máscara de latex, sus ojos eran la única parte del cuerpo que ella podía mover libremente.
            El taburete era una de las muchas piezas de mobiliario dispersas por toda la casa Todas tenían una sola función, asegurarla en una posición tal que sería forzada a atender oralmente a su ama. Ella podía ser atada a cada silla de la casa, con su cara sujeta rígidamente como una parte integral del asiento. Incluso la cama fue especialmente adaptada y Charlotte a menudo pasaba toda la noche metida en un cajón de bondage con la cabeza sobresaliendo a través de una abertura circular en el centro del colchón, clavada entre los muslos de Victoria. Charlotte tomaba muy en serio sus funciones y se enorgullecía del efecto que su diestra lengua producía sobre su ama.
            El taburete, sin embargo, por la naturaleza propia de su diminuto tamaño, era la más restrictiva de todas sus cárceles. Revestido con colgantes de latex negro por fuera, su estructura de metal fue revestida por dentro con una funda de neoprene inflable que mantenía su cuerpo en una total inmovilidad. El asiento estaba moldeado con la forma de una silla de montar, lo que permitía que la boca de Charlotte quedara metida en el mismisimo clitoris de su ama.
            Acercándose hacia Charlotte, Victoria le quito el tapón bucal de latex que la silenciaba y limpio con la lengua la saliva de su esclava. Charlotte reconoció esa mirada sensual y supo lo que vendría. Temblaba de placer, pero el taburete no dejaba ver sus estremecimientos.
          “Vamos a comenzar en breve” dijo Victoria, moviendo su dedo dentro y fuera de la boca de su esclava mientras Charlotte los succionaba como un cordero recién nacido.
            «Los últimos preparativos ya están listos y nuestros huéspedes llegarán pronto para ayudar en la operación.»
             «¿Ama?»  Preguntó temerosa Charlotte.
            Tomando nota de la ansiedad en la voz de Charlotte, Victoria dijo sonriendo tranquilizadora.
            «No se te causará ningún daño, solo que tu vida será un poco mas limitada y tendrás que hacer algunos ajustes, pero valdrán la pena realmente».
            «No entiendo» dijo Charlotte.
            «Mas tarde lo sabrás, he resuelto el viejo problema de una vez por todas.»  Charlotte conocía bien el problema al que su ama se refería. ¡Respirar!
            Victoria insistía en la absoluta y total rubberización de Charlotte cuando la tenía entre sus piernas, pero siempre existía la necesidad de una fuente de aire para que su esclava respirase. La experimentación con diferentes tipos de tubos de respiración resultaba siempre insatisfactoria, ya que Victoria podía sentir su presencia indeseable contra su sensible entrepierna. Todo esto era bastante frustrante.
              «¿Qué has hecho?»  dijo Charlotte
             «Paciencia, muy pronto lo sabrás, es mas, tal vez hasta desees que yo no fuese tan creativa» Victoria siguió disfrutando del placer que su esclava podía darle con la lengua y los labios hasta que sonó el timbre interrumpiendo la intimidad. Ella sonrió levemente y recogió sus faldas dejando visibles las correas que la sujetaban al taburete. A regañadientes, se paró y abandonó la habitación.
             «¿Es ella verdad?» dijo una voz
             Charlotte volteó los ojos hacia la extraña voz. Una mujer bastante alta estaba allí parada, de rostro austero y tez pálida dominada por un par de ojos fríos. La mujer se desabrochó un sobretodo de latex negro y lo dejó caer, revelando así una túnica de color blanco, una falda, guantes transparentes en sus manos y medias, todo de latex.
              La mujer le pasó el sobretodo a su asistente y se inclinó para examinar a Charlotte. Esta, cautivada por la mirada fija de la mujer, apenas si notó que la asistente se quitaba su  abrigo dejando a la vista que llevaba puesta una máscara y un uniforme de enfermera completamente de latex lo que reforzaba la apariencia de profesionalismo médico. La máscara no tenía apertura para la boca, solo orificios nasales y lentes de plástico transparente adosados. Un dulce aroma a latex invadió la sala, cargando aun más la sensual atmósfera.
            “Si” respondió Victoria quiero que la ocluyas totalmente como hablamos….-.
            «Ciertamente, cuan afortunada es de ser naturalmente calva. Esto permitirá que no haya límite real en la cantidad de tiempo en que la puedas mantener encapsulada. “Dijo la mujer.
             “Lo sé”.dijo Victoria con su tono implacable que produjo un escalofrío en la espina dorsal de Charlotte, pero ella no tenía ninguna oportunidad de descifrar el destino que su ama había pensado darle.
              El taburete fue desarmado y su cuerpo quitado del aprisionamiento. Charlotte se mantuvo desnuda de pie frente a su ama. Su piel dejaba ver las marcas de sus recientes y prolongadas ataduras.
            «Esta es Ama Natalia. Ella está aquí para ayudarme a realizar mi sueño de transformarte en una esclava oral permanente. Una vez que este procedimiento se haya completado, tu vida dependerá de una serie de aparatos controlados sólo por mí.»  Dijo Victoria.
             «Como usted lo desee, ama», susurró Charlotte y su corazón latía sin control.
              «Además», dijo Natalia, «justo cuando tu pensabas que habías experimentado las más degradantes humillaciones, se te requerirá para visitar mi clínica y unirte a otros que han sufrido el mismo destino».
               La enfermera silenciada trajo de afuera varios cofres pesados cerrados con tiras metálicas. Charlotte vió horrorizada como una gran cantidad de equipo médico era extraído de ellos. Un cilindro de gas y una máscara fueron preparados.
              «Tenemos que sedarte por una hora mas o menos», dijo Natalia. «El gas reprimirá tus reflejos de arcadas y te relajará lo suficiente como para que podamos colocarte esto» Dijo mientras mantenía en su mano un enorme rollo de tubos de latex.
                «Hasta ahora sólo has experimentado el latex en la parte exterior de tu cuerpo, pero cuando despiertes, las cosas serán totalmente diferentes.»
                Charlotte se recostó sobre la camilla. La máscara descendió sobre su boca y naríz y escuchó el tenue silbido del gas. Una gran somnolencia se extendió para envolverla. Sus extremidades dejaron de responderle poco a poco y su vista se fue atenuando.
                «Vamos a tener que trabajar con rapidez.» oyó decir a Natalia.
               Poco antes de perder el conocimiento sintió algo largo y flexible era deslizado hacia su garganta…
              A Charlotte le pareció que apenas había pasado un momento. Ella despertó lentamente, consciente de que se sentía maravillosamente cómoda y tibia, y ya no sentía hambre! De hecho, sentía su estómago es bastante lleno e hinchado. Eso le extraño ya que no debería haber sido alimentada en tanta cantidad después de ayunar tanto tiempo. Entonces recordó el tubo y se llevó la mano a la boca, pero no sentía nada excepto sus labios.
               «Una reacción instintiva», dijo Natalia con un aire frío. «El tubo aun está dentro de ti, pero tu boca debe permanecer desbloqueada».
               «¿Qué has hecho?» Dijo Charlotte mirando fijamente a su ama.
             «Hemos recubierto completamente tu sistema digestivo con goma!» dijo Victoria. «Fue algo digno de ver. Casi treinta pies de tubo entró allí, seguido por una vejiga inflable para llenar tu estómago.. Uno extremo del tubo yace ahora en tu esófago justo por debajo de la entrada a los pulmones y el otro extremo en tu recto «.
              Charlotte se dió cuenta repentinamente de la dilatación de su ano. Ella abrió sus piernas y al tacto notó que un anillo metálico recubria su ano. Se tocó en principio sin poder creer lo que estaba pasándole.
               «Este tubo me permitirá alimentarte, además, y esta es la característica más radical del procedimiento, podrás respirar por el tubo, lo que significa que ahora si podremos hacer un sello total entre mi entrepierna y tu cara!.
             » Victoria tendió una mano tranquilizadora en el hombro de Charlotte y dijo a Natalia. «Por favor, continúe.»
              La enfermera introdujo un catéter en la uretra de Charlotte, y empleando una jeringa, infló el balón de retención con solución salina para dejarlo fijo allí. Un consolador bastante grande fue fijando en su vagina. Natalia lo introdujo con esfuerzo, girándolo de un lado a otro hasta su base quedó entre los pliegues de su ya húmedo clitoris. Charlotte notó que el falo tenía pequeños sectores de metal a lo largo de su superficie y dada su experiencia, ella sabía exactamente cual era su función.
                Otra jeringa llena se solución salina infló la cabeza del consolador, expandiéndolo hasta que se llenó y quedó fijo dentro de su vientre. Natalia conectó varias terminales eléctricas desde el consolador hasta el conector anal. El cateter fue doblado tambien a lo largo de su ranura para convertirse en parte integral del dispositivo.
             «Ahora debemos sellar tu cara!. La sensación será muy inusual al principio, pero relájate y no trates resistirlo. Este sistema ha sido utilizado con éxito en muchos de mis otros esclavos. Solo respira normalmente, te sorprenderá la rapidez con que te acostumbras».
            Natalia introdujo un par de tapones de silicona en la nariz de Charlotte y tomando un pincel, selló con latex líquido las uniones. El líquido lechoso se secó casi instantáneamente, creando un sello perfecto. Otro par de tapones fueron insertados en sus orejas y sellados de manera similar. Le colocaron unas gafas espejadas cubriendo sus parpados y los sellaron con latex. Ahora solo podía ver a través de ellos.
             «Esto va en tu boca. Una vez pegado en posición, estarás obligada a comenzar a respirar  a través de tubo de goma en tu interior.
               » Natalia metió un extraño molde en la boca de Charlotte. Estaba formado anatómicamente de manera tal que cubría sus encías, dientes y lengua con latex. La cavidad donde encajaba su lengua tenía por fuera una superficie ligeramente más rugosa. Natalia insertó sus dedos en la boca de Charlotte para acomodar la funda bucal de latex en la posición correcta. Nuevamente usando el pincel selló con latex líquido las uniones de la funda bucal con la piel exterior de sus labios. La funda bucal de latex sellaba ahora completamente su boca. No había agujeros de respiración en la funda que llegaba hasta atrás de su paladar cerrando su garganta.
             Charlotte tuvo una sensación de ahogo instintiva e inhalo profundamente. Para su  sorpresa descubrió que podía respirar sin dificultad, a pesar de una ligera lentitud en el flujo del aire. Un susurro rítmico se podía oir emanando por entre sus piernas.
            Victoria examinó la boca de Charlotte y notó que la funda bucal además incorporaba unos labios de latex más gruesos y definidos haciendo la boca de Charlotte mucho más sensual. Se inclinó para besarla y sintió que la suave silicona se deslizada sobre los suyos, luego exploró la lengua rubberizada y texturada de Charlotte.
                «Esto si que es interesante!!.», dijo Victoria al terminar su beso. «Verdaderamente asombroso.»
              «Es reconfortante saber que los beneficios de mi formación médica no fueron totalmente en vano.» remarcó Natalia a la vez que señaló a su enfermera para que preparase mas equipos.
              «Los sistema de soporte de vida de tu esclava ya están activos, lo que nos permitirá completar el proceso cubriéndola con latex liquido. La fórmula que uso ha sido elegida por su fuerza, flexibilidad y excelente acabado. Además, el latex líquido se contrae al secarse, creando una sensación de presión en todo el cuerpo. »
               «¿Cuánto tiempo podré tenerla así?»
                 «Creo que podemos medir la duración en términos de semanas, posiblemente mucho más tiempo si la alimentas y das las hormonas correctas para suprimir su ciclo».
              Victoria sonrió, al parecer su pobre criada pasaría el futuro cercano como una esclava oral. Charlotte se encontraba de pie en el centro de una gran sabana de latex y se estremeció al primer contacto con el latex líquido negro que fue pulverizado sobre su piel. Natalia y Victoria observaron mientras la enfermera silenciada aplicaba la pintura.
                Ella llevaba puesto un delantal enterizo, Guantes y un respirador para protegerse de cualquier derrame. Trabajó con rapidez y eficiencia, moviendo la pistola de pintura como una varita mágica. Poco a poco, la piel pálida Charlotte fue cubierta en una marea de ébano. El proceso se repitió varias veces para engrosar las capas de latex hasta que quedó finalmente como una hermosa estatua negra, una forma femenina perfecta enfundada en látex negro como el carbón.
                «Sólo falta la cabeza», dijo Natalia, tomando la pistola de pintura. «Siempre insisto en hacer esto yo misma, llámalo un beneficio extra!» Empezando por el cuello, comenzó a cubrir las facciones de Charlotte con el latex líquido. Charlotte apretó sus labios cuando el spray pasó por sobre su boca que quedó sellada instantáneamente. El látex avanzó hasta envolver su coronilla. Natalia ya había revestido la cabeza de Charlotte formando una perfecta segunda piel de latex hasta que, finalmente, el latex cubrió los lentes de plástico transparente que protegían sus ojos, bloqueando la entrada de luz.
             El efecto sobre Charlotte fue dramático, su respiración a través del conector anal siseó, aunque ella estaba jadeante, pero el sonido que normalmente se asocia con la respiración estaba ausente y solo podía oír nada mas que un suave flujo de al ritmo de corazón. Sus otros sentidos estaban ahora dominados por el latex. El latex ajustado presionó su cuerpo de una manera horriblemente emocionante. Ahora ella solo podía sentir el sabor a latex en su lengua rubberizada y respirar aroma a latex, pero todo aquello palidecía comparado a la extraña idea de que saber que ahora respiraba a través de su ano!
             «Y ahora, como unos extras opcionales», dijo Natalia. «Requerirá ella usar sus manos?»
            Victoria pensó por un momento y sacudió la cabeza. «No, puedo tener otra criada, pero, como mi esclava oral, ella pasará la mayor parte de su tiempo atada»
             Natalia hizo un ademán a la enfermera y las manos de Charlotte fueron pintadas nuevamente hasta que sus dedos quedaron unidos, y sus manos se transformaron en mitones.
              «Zapatos»? preguntó Natalia. «Tenemos una selección de calzado fino de fibra de carbono lo suficientemente elegantes como para ser unidos al traje sin destruir su buen gusto.»
              La enfermera ofreció una gran variedad de botas y zapatos, todos construidos de un material de fino espesor. Victoria eligió un par de botas de ballet con tacones interminables que hacia que los dedos de los pies de Charlotte apuntaran hacia el piso. Los zapatos fueron fijados en sus pies y cubiertos por latex líquido.
              Cuando Charlotte trató de incorporarse de nuevo, descubrió que esos zapatos la obligaban a apoyarse en pequeños puntos, luchando por el equilibrio, su impotencia conmovió mucho la naturaleza dominante de Victoria.
              «Ahora la puliremos. Esto mejorará aún más el excelente aspecto del latex y también actúa como una barrera química, permitiendo que otras características interesantes que se añadan, puedan ser quitadas después sin destruir el traje”.
            La enfermera cubrió a Charlotte con un compuesto de silicona y la frotó suavemente con un paño, trabajando la solución sobre la nueva piel de Charlotte con un movimiento circular. Unos momentos después, un extraordinario brillo apareció sobre todo el cuerpo de  Charlotte, un acabado espejado que la hacia casi brillar. El procedimiento se repitió varias veces hasta que el latex semejaba un cristalino mármol.
             Victoria quedó impresionada. Había visto muchos trajes de látex antes, pero esto era algo totalmente excepcional. Charlotte estaba enfundada totalmente dentro de un capullo, su único contacto con el mundo exterior era por medio del compleja conector que quedaba casi escondido entre sus piernas. Su respiración producía solo un susurro, el aire filtrado entraba en su cuerpo a través del tubo de latex que revestía su sistema digestivo. Con todas sus cavidades corporales llenas de vejigas de latex infladas, había alcanzado lo máximo en oclusión total.
             «Casi hemos terminado», anunció Natalia. «Voy a dejarte el equipo y una generosa cantidad de látex líquido, suficiente para satisfacer todas sus necesidades hasta el próximo mes.»
             Hizo un examen final de la ahora muñeca de latex silenciosa. «Creo que es hora de dejar que ella vea en lo que la hemos convertido, pero primero completaremos su encapsulamiento».
            Extrajo una importante bolsa de goma para respirar y la atornilló en el conector anal de Charlotte. Inmediatamente, la bolsa comenzó a inflarse y desinflarse al ritmo de la respiración de Charlotte.
             Natalia miró a la enfermera, quien utilizando un trapo con disolvente liberó los labios sellados de Charlotte y limpió la fina capa de látex que recubría los lentes plásticos ovalados que cubrían sus parpados. Para Victoria no había ningún cambio en la cara de su esclava, pero  Charlotte si sintió la diferencia.
             La luz se filtro en su oscurecido y silencioso mundo. Charlotte se volteó hacia el espejo y casi se desmaya al ver el maniquí anónimo que se reflejaba en el espejo. Sumergida en latex, tanteó en vano los atributos de su cuerpo, que estaban ahora ocultos bajo su adherente nueva piel. Su cara formaba un suave ovoide, su nariz apenas salía por encima de sus nuevos y sensuales labios de latex. Abrió su boca y vio sus dientes y paladar enfundados en latex negro, lo mismo que su lengua, que estaba cubierta de latex texturado.
              Sus senos eran pulidas orbes, terminados en un par de pezones que ahora eran firmes y rígidos por el latex solidificado sobre ellos. Su entrepierna era totalmente lisa y no se veían los rasgos de su sexo.
               Se tocó tentativamente con sus manos transformadas en mitones y vió el brillo metálico del conector que se asentaba contra su ano y su nueva piel de goma alrededor de él. Movida por la curiosidad, abrió aun más sus piernas para revelar la bolsa de goma para respirar que colgaba entre sus muslos y se dio cuenta de que ahora estaba completamente aislada del mundo exterior.
             «Te veré el mes próximo», dije Natalia a Victoria, permitiendo que la enfermera la ayudase a ponerse su capa de abrigo de latex.
              «¿Le has mostrado ya la mascarilla?» Pregunto Natalia.
              Victoria negó con la cabeza y las dos amas se miraron como quien sabe de que hablan.»Eso será muy entretenido”.
              La bolsa de goma para respirar comenzó a pulsar en forma agitada y sin ritmo a medida que el aire en los pulmones de Charlotte se viciaba.
              «Sinceramente espero que sí.» Ambas mujeres miraron a la esclava que ahora jadeaba intensamente y se complacieron al ver que en lugar de tratar quitar la bolsa de goma que la sofocaba, comenzó a acariciarse los pezones en un evidente intento de satisfacer la excitación sexual que esto le provocaba, al tiempo que aguardaba a que su ama decidiera suministrarle aire..
               «Veo que te tiene mucha confianza», dijo Natalia, dando zancadas hacia la puerta
               Cuando se fueron, Victoria finalmente desatornilló la bolsa de goma y se dedicó a preparar a su casi sofocada esclava de latex para un arduo bondage. Doblando los brazos de Charlotte por detrás y hasta el hombro aplicó capa sobre capa de látex líquido hasta unírselos a la espalda, quedando sus contornos casi difuminados. Charlotte trato de luchar pero el latex rápidamente endureció. Yaciendo boca abajo sobre la cama, le fue atada una larga barra de acero entre los tobillos, dejando abiertas sus piernas de par en par.
              Victoria examinó luego el complejo módulo controlador de funciones vitales y su serpenteante manguera de goma. Esta maquina controlaría a su esclava durante todo el mes, proveyéndola de todo lo que su cuerpo necesitase, nutrientes, líquidos, eliminación de residuos, estimulación sexual y sobre todo aire.
            Se trataba de un dispositivo compacto sobre ruedas operado con baterías, lo que permitía a Charlotte arrastrarlo tras ella como un carrito. Victoria llenó los diversos contenedores de vidrio con agua potable y soluciones de alimento. Chequeó que los sistemas de aire y gas anestésico estuviesen operativos y colocó el control remoto infrarrojo bajo su almohada.
           Charlotte apenas podían contener su emoción al ver a Victoria sosteniendo la manguera de goma y tocándose el vientre. Levantó su cadera y rodillas para ofrecerle acceso a su conector anal. Sintió una ligera presión y un clic distante cuando Victoria conectó la manguera a la máquina.
             Respirando profundamente, detectó ahora una ligera resistencia del aire al respirar y  trató de oler, pero no podía detectar aroma alguno, ya que el aire en sus pulmones ya no pasaba a través de su nariz. 
           Charlotte aún luchaba por comprender la naturaleza bizarra de su situación cuando Victoria se unió a ella en la cama. Se había preparado para la noche quitándose la blusa y la falda, revelando así totalmente el catsuit enterizo que tenia debajo. Un color rosado se dejó ver en la ranura que el catsuit tenía a lo largo de la entrepierna, una abertura que permitiría el pleno acceso de la ansiosa lengua de latex de Charlotte.
            Victoria se aplicó un poco de silicona para garantizar que latex líquido pudiese quitarse de su catsuit y reclinó las piernas a ambos lados del cuerpo de su esclava. Presionó su sexo contra los labios de latex de Charlotte y aplicó el latex líquido en spray entre ellas, sellándose ella misma contra Charlotte.
               En un instante ellas se volvieron una!. La cabeza de Charlotte ahora parecía una extensión bulbosa del cuerpo de Victoria. El spray siseó disparando un rocío fino de látex adhesivo sobre sus extremidades. girándolas de lado a lado, Victoria logró un sellado perfecto de la cintura a las rodillas. El latex líquido secó rápidamente y presionó la boca de Charlotte aún más contra la vulva de Victoria, quien a su vez derramó más latex debajo de ella de manera que ambas quedaron adheridas a las sabanas.
               Debajo de innumerables capas de látex, Charlotte sentía una alegría casi eufórica. Por fin pudo proporcionar a su ama un servicio oral ininterrumpido, pero parece una extraña paradoja que para lograr ese objetivo sencillo tuvo que utilizar un equipo tan complicado.
                Ella extendió su lengua cubierta de goma texturizada y sintió cómo tocaba sensualmente la vulva de Victoria, cada punta blanda raspando con sensualidad. Sintió cómo un intenso calor se extendió como una brasa por su cara, cerró los ojos en la oscuridad y se ahogó en la suculencia de los jugos de su ama. Victoria jadeó ante las increíbles sensaciones provenientes de su vientre.
              Victoria Manoteó el control remoto y presionó sin control la multitud de botones, enviando ondas de estimulación a través del consolador y electrodos anales situados dentro de su esclava. Las vejigas en su estómago y sexo pulsaron y vibraron, expandiéndose y contrayéndose bajo presión neumática.
               Charlotte se sacudió y tensó contra las uniones que la mantenían fija. su lengua saltaba en un frenesí de actividad. Esa febril actividad siempre había producido un coro de gemidos y fuertes gritos en ella, pero ahora, ella estaba totalmente en silencio como resultado de que el  aire ya no pasaba por sus cuerdas vocales.
               Victoria sonrió fugazmente ante la idea de que su sumisa esclava ya no tenía manera de exteriorizar emoción alguna ni pasión sino solo a través de su frenética lengua. Entonces puso sus brazos detrás del cuello y se abandonó a una noche de placer sin fin.
               Charlotte fue liberada a la mañana siguiente después de pasar casi doce horas ofreciendo servicio oral. Sentía dolores terribles, pero aun sentía una calentura feroz por dentro, derivada de los temblores que su intrusiva lengua provocaba en el cuerpo de Victoria a medida que ésta alcazaba el climax. Fue una experiencia sumamente erótica para ambas, pero Victoria aun ejercía el control absoluto e ideó un extraordinariamente  astuto método de mantener ocupada a su esclava mientras que ella se encontraba fuera durante el día. Charlotte sería equipado con la nueva máscara especial!
             Moldeado alrededor de un esqueleto articulado de aluminio, el maniquí de silicona era  anatómicamente perfecto, una reproducción exacta del cuerpo de Victoria en peso, textura y flexibilidad. Charlotte se admiró de la piel brillante y negra del muñeco y cayó en cuenta con asombro que eran casi idénticas. En la entrepierna el maniquí estaba exquisitamente detallado.
            Victoria sonrió y poniendo sus dedos en su vagina,, untó sus jugos  en la vagina del maniquí.
             «¡Soy yo», dijo claramente en la oreja sellada de Charlotte. «Una perfecta reproducción, y cuando yo esté fuera de casa, a esto es a lo que le rendirás servicio.
               Sólo para recordarle que la cosa va en serio, y para mantenerte obediente, voy a anestesiarte cada vez que haga el cambio con el maniquí, así cuando despiertes, no sabrás si soy yo o el maniquí a quien le haces servicios orales. Nos tendrás que atender a ambas de la misma manera y con el mismo entusiasmo o sufrir un castigo severo. Charlotte intento luchar en forma inútil, fue ligeramente anestesiada por el módulo controlador de funciones vitales y Victoria entonces puso el maniquí en la posición que ella ocuparía en la cama y se puso a trabajar con la pistola spray de latex liquido. …
             El paso del tiempo se convirtió en algo confuso para Charlotte. Impedida de recibir cualquier estimulo externo, permaneció aislada dentro de su traje de oclusión total durante todo un mes, recibía alimento y agua a través de la máquina, su respiración estaba cuidadosamente controlada. Su vida se convirtió en un continuo de rutina de sueño y agotadoras y frenéticas sesiones de servicio oral. Frecuentemente inconsciente por la aplicación de gas anestésico, ella nunca estaba del todo seguro si a quien servia era a Victoria o al muñeco. Si hubiese sido capaz de probar los jugos de su ama, no habría tenido problema en detectarlo, pero su boca estaba sellada por latex y su lengua enfundada, por lo que para ella, eran idénticas.
             Victoria agravaba muchas veces la situación, permaneciendo absolutamente inmóvil durante varias horas, mientras que leía o veía televisión. No mucho tiempo después Charlotte dejo de intentar descubrirlo y simplemente y se dedicó a succionar y chupar todo aquello que pusieran frente a su boca, su vagina y ano se contraían involuntariamente siguiendo los impulsos enviados por los electrodos estimuladores implantados en dichas zonas.
            Finalmente, después de un mes, la rutina se terminó y Charlotte fue liberada de sus funciones en la preparación para su viaje al establecimiento de Natalia. Ya todo había sido organizado. Victoria había recibido una caja de grandes dimensiones el día anterior y había  pasado varias horas extrayendo a la enfermera que estaba confinada dentro. Su lugar iba a ser tomado por Charlotte, mientras que la enfermera sería la sirvienta silenciosa de Victoria para el viaje. La caja de embalaje y Charlotte – serian enviados de vuelta por correo nocturno.
               La enfermera yacía ahora parada a un lado de Victoria, pero sin su uniforme. Ella se asemejaba bastante a Charlotte en todos los sentidos. Equipada con un conector anal y cubierta de pies a cabeza en latex negro, había muy pocas diferencias entre ellas., a excepción de que la boca de la enfermera estaba completamente sellada. No tenía esos deliciosos labios sensuales de latex. Toda su cabeza era un óvalo sin rasgos faciales y los lentes que le permitían ver eran mucho más pequeños que los de Charlotte. como si ella estuviese completamente aclimatada a este tipo de restricciones y sólo tuviera permitida la visión mínima  indispensable para completar sus tareas.
             El equipo para transporte consistía en una capsula de acero en forma de huevo , montada verticalmente sobre una base circular. La cápsula estaba dividida horizontalmente en dos mitades que se podían trabar entre si. había dos tanques de aire comprimido a alta presión a ambos lados del huevo y se conectaban mediante caños de acero a un pequeño panel de control con válvulas de control. Las válvulas conectaban a una bolsa de goma para respirar. El equipo completo podía ser controlado desde allí y fue diseñado para encajar en el interior del embalaje común de mercadería.
              A Charlotte se le ordenó ponerse de pie con las piernas juntas y los brazos unidos por la espalda mientras que su Ama pintó con latex líquido formando un sello y dejándola a Charlotte como una escultural columna negra. Luego dobló su cuerpo quedando sus rodillas contra el mentón y sus talones contra sus muslos. Victoria le bombeo en la boca latex líquido, quedando esta llena y sellada. Luego de varias pasadas, sus lentes fueron cubiertos y quedó en total oscuridad. Mientras tanto la enfermera se movió con precisión, preparando los equipos  sin hacer ruido. Desmontada la mitad superior del huevo, Charlotte fue puesta en su interior y conectaron las mangueras del sistema de soporte de vida de la capsula a su conector anal.
             Luego la enfermera lleno el huevo con litros y litros de latex liquido. El fluido glutinoso fue subiendo alrededor de Charlotte, aprisionando su cuerpo hasta que toda la mitad inferior del huevo se llenó. Ella flotó ligeramente y quedo allí mientras la goma curaba y endurecía, lo que permitió a Victoria dejar de sostener a Charlotte, quien ahora estaba mitad embebida en latex.
            Charlotte permaneció con la mitad de su cuerpo ahora sumergido en una masa de latex sólido. La enfermera colocó la mitad superior del huevo encerrando a Charlotte y procedió a sellarlo. Abrió la boca de acceso superior y lleno el interior con más latex líquido hasta que se derramó por arriba. Entonces atornillo el tapón superior y limpio el excedente que se había chorreado por fuera.
             En el interior del huevo, Charlotte sentía como el líquido la empujaba había abajo y cubría su cara y cabeza. El nivel aumentó inexorablemente y quedo totalmente confinada dentro del seno del latex. Sintió como su cuerpo era presionado por la solidificación. El poco movimiento que podía tener pronto desapareció, dejando su cuerpo embebido en una masa rígida. Charlotte notó un vago movimiento en su entrepierna y entonces fue cuando sintió como el  primer espasmo exquisito recorría su sexo por medio de los electrodos que tenia insertos en ella. Luego de eso, toda su atención quedo centrada en los placeres que recibía.
          Con el huevo protegiendo ahora la valiosa carga, la enfermera conecto el sistema cerrado de respiración y se ajusto una serie de válvulas de medición en el panel de control. La bolsa de goma de respiración comenzó a expandirse y contraerse, externalizando la respiración de Charlotte. Los manómetros de alta presión en los recipientes de aire comprimido indicaban que estaban totalmente llenos, lo que le daría por lo menos veinticuatro horas de suministro de aire, el tiempo suficiente para facilitar el envío a la clínica de Natalia.
              La bolsa de respiración ondulaba y se movía, al tiempo que la enfermera movía una serie de interruptores eléctricos, evidenciando una cierta agitación oculta en el interior del huevo, pero que no emitía sonido alguno. Colocó el recipiente completo en la caja de embalaje y la cerró con llave. Los transportistas llamaron a la puerta una hora mas tarde, cargaron el camión y se fueron.
           Victoria trató de imaginar la exquisita tortura que ahora sufría Charlotte a mediada que se movía dentro del camión. La entrega en la clínica estaba garantizada para las nueve de la mañana siguiente, por lo que ella pasaría la noche entera en algún galpón de acopio. una cautiva muda, aprisionada en latex y acero, mantenida con vida por los cilindros de aire y el aburrimiento aliviado por la actividad de las sondas insertas en su vientre.
            «Ahora te prepararas  para nuestro propio viaje”, dijo Victoria a la enfermera, que se arrodillo en el suelo y apretó su frente al empeine de las botas de Victoria. Rindió homenaje en total silencio y sólo se elevó a sus pies una vez más cuando se le indicó.
              Victoria busco en un bolso y extrajo una mascara de color piel y la deslizó sobre la cabeza de la enfermera. Esta mascara tenia moldeada una cara muy femenina con una  inocente expresión. La enfermera suavizo las arrugas hasta que le quedo perfecta y se cubrió con una capa de goma larga hasta los pies, se abrocho el cinturón en su cintura y ajusto la capucha para enmarcar su falso rostro.
            Victoria le ordenó meter las manos a través de los agujeros cortados en los bolsillos y pego sus palmas a los lados de los muslos con látex líquido. Levantó la parte trasera de la capa de la enfermera y conecto la manguera del módulo controlador de funciones vitales compacto al conector anal. La manguera se engancho fácilmente y la enrrolló pasándola por el hombro. Para todos los efectos, la enfermera parecía como cualquier otro viajero lo suficientemente prudente para proteger contra las inclemencias del clima británico, con las manos en los bolsillos y casualmente con una mochila colgando por detrás.
              Victoria se puso su chaqueta, abotono el cuello  Verifico su apariencia  frente al espejo por ultima vez y tomó su valija de viajes.
               «Muy bien», dijo, y apuntando el control remoto a la enfermera, pulso el electro-estimulador y dijo «¡Vamos!»

Gromet’s Plaza – Packaged stories
Total Rubber Occlusion
by Mike Vickers
© 2001 Mike Vickers – Used by permission.

Una respuesta to “Relatos – Oclusión Total”

  1. spark black Says:

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