Capitulo 3

[Cap 3]

-Vamos que se hace tarde! – apuro Maurice a Ivette.
– Si, ya casi estoy, dame 5 minutos – respondió Ivette.
Con cara de resignación Maurice se sentó en el sofá.
Al rato Ivette apareció con un saco largo que dejaba ver sus botas de taco altísimo.
-Listo, listo, ya estoy, vamos! – dijo Ivette.

Al llegar, a la casona, se presentaron en la puerta tocando el timbre y esperaron. Enseguida una voz en el portero eléctrico dijo –Si?-.
-Ama Vera, somos Maurice e Ivette – Dijeron al unísono.
-Ah!, espléndido!, pasen por favor-

La casona era antigua, pero su interior estaba muy remodelado, mostrando unos ambientes y espacios amplios y bastante modernos. Al pasar del hall, una figura masculina vestida con un catsuit de látex negro y botas se apareció y dijo, – Maurice, Ivette!, permítanme sus abrigos -.
– Hola Jacques!, que gusto verte!- Respondieron.
– Lo mismo digo. Pasen al cuarto para cambiarse por favor –
Ambos se dirigieron hacia allí con un pequeño bolso donde llevaban sus atuendos de látex de esa noche.
– Será una gran reunión, creo que estarán todos hoy – dijo ansiosa Ivette, mientras se terminaba de colocar un leotardo de látex manga larga transparente.
-Si, hace tiempo que no veníamos – Dijo Maurice cerrando su catsuit negro.
Ivette prosiguió poniéndose un mini vestido de látex color turquesa y unas medias del mismo color.
-Ven, ayúdame con esto- dijo Ivette tomando un corset de grueso látex.
-A ver- respondió Maurice, quien fue ajustando las tiras del corset entallando fuertemente la cintura de Ivette. Era un corset tipo bustier que dejaba los pechos de Ivette bien marcados y levantados. Al terminar, Ivette tomó su máscara de látex a tono y la deslizó sobre su rostro, acomodándola.
Maurice ya se había terminado de colocar su catsuit, sus botas de goma y su máscara. El toque final para Ivette fueron sus botas de taco alto.
Maurice tomó el abrillantador y se acercó a Ivette, quien se dio vuelta y se quedaron mirando frente a frente. Maurice puso el pomo al revés y dejó caer una buena cantidad sobre el pecho de Ivette, el liquido comenzó a escurrirse hacia abajo y él con sus manos a untarlo y distribuirlo, primero por sus pechos y luego recorriendo el corset y así.
Ivette le dio una mirada lasciva llevando sus manos a sus pechos para luego untar el abrillantador sobre el pecho de Maurice. Toda esa tensión se rompió cuando ella se lanzó sobre él y lo besó apasionadamente. Luego dijo
– Vamos!, sino esto terminará mal!-.

Salieron de la habitación y se dirigieron a salón principal, que ya estaba bastante concurrido de gente. Era una sala muy grande, llena de sillones de látex y dos mesas con comida y bebida a los lados. Las paredes y ventanas cubiertas por pesados cortinados de látex, le daban al ambiente una apariencia de salón de fiesta. La gente estaba estrictamente vestida de látex, había de todo, parejas Am@-sumis@, parejas comunes, todos ellos miembros de la escena BDSM local a la que Maurice e Ivette pertenecían.
Al entrar Ivette Exclamó:
-Aquí estamos amigos!-.
Todos gritaron y los saludaron-.

La noche transcurrió entre charlas, música y algunas performances. Como por ejemplo, una cama de vacío vertical en la cual se podía subir y ser expuesto como objeto del salón por un rato, o una muestra de pony play de la mano firme de Ama Vera y sus tres obedientes potrillas de látex que hicieron las delicias y aplausos de los invitados.
En un momento de la noche, Ama Vera se acercó a hablar con Ivette y le dijo:
– Esto que has estado fantaseando me parece increíble Ivette, pero estás segura que lo quieres?-
– Oh si, sé que es algo extremo, pero definitivamente es algo que quiero sentir-.Dijo Ivette
– Sin dudas es extremo, pero excitante!, bien, si ambos lo han hablado y están de acuerdo, creo que puedo ayudarles- Dijo Ama Vera.
Maurice llegó en ese momento y dijo – ¿Perdón Vera, si hemos hablado de que? –
– Oh, tu sabes EAU, de sentirnos como el otro- dijo Ivette.
Maurice se sonrojó un poco, aunque su mascara de látex no dejaba verlo.
– Pues si, hemos estado empezando prácticas para experimentar como se sentiría ser el otro – Dijo Maurice – Y debo confesarte amiga Vera que me inquieta pero me atrae investigar, bah, a ella mas que a mi!, jajaja-.
– Uds. son divinos!, me encantaría hacerlos parte de mi séquito de ponys!-  Exclamó – quien sabe, tal vez hacer de una yegua un semental y de un semental una yegua…, no?-
Los tres rieron, pero Vera guiñó el ojo a Ivette sin que lo notara Maurice.

La reunión siguió y ya de madrugada Ivette tomó a Maurice de la mano y lo guió fuera del salón hasta una habitación contigua que estaba ambientada como mazmorra.
Ivette primero puso las manos en la entrepierna de Maurice y luego abrió el cierre, dejando salir el erguido pene de látex de Maurice.
– Eres una zorra incorregible!- Dijo Ivette, Maurice la miró fijo..
Y ella tomando una soga del perchero, procedió a atarle los brazos a Maurice por detrás de su espalda.
Sin notarlo Maurice, Ivette abrió un cofre y sacó una máscara de látex con rostro femenino y se la colocó a él sin más sobre la cabeza. Luego tomó una peluca de pelo negro lacio y largo y se la fijó a ésta.
Maurice temblaba mientras Ivette lo tomaba de su pene y seguía la con sissificación(*), estaba muy excitado pero nervioso.
Ivette bajó el cierre del pecho del catsuit de Maurice y tomó una especie de brassiere que parecían dos balones ovalados desinflados unidos por el medio y lo puso contra su piel a la altura de las tetillas.
Luego subió casi del todo el cierre y con una válvula, los infló. Los balones fueron creciendo y formaron lo que parecían dos pechos femeninos bajo el catsuit.
-Vamos zorrita, ahora el corset!- dijo Ivette.
– Corset??, noo, eso es demasiado!, no se si yo…- dijo Maurice
Pero Ivette sabía como convencerlo, tomó la mano de él y la metió bajo su vestido, haciéndola llegar hasta su vagina.
-Esto es lo que quieres, no?- Dijo Ivette, mientras con la otra mano masajeaba el pene de Maurice.
– Pues eso tendrás, pero primero…- Y tomó el corset underbust.
En cuanto comenzó a ajustar las tiras, Maurice sintió como el corset se sujetaba a su cintura fuertemente y se iba formando una forma más femenina.
– Ah y para terminar- Ivette lo interrumpió – las botas de ballet-.
Al cabo de un rato, Maurice era en apariencia una esbelta figura femenina enfundada en látex.
.-Ja!, eres toda una zorra!, estás divino amor, no puedo esperar!- Exclamó Ivette.
Ella se puso un chaquetón de instructora de equitación y tomó una fusta. Luego de dio un golpecito en la nalga a Maurice y le dijo
– Vamos, es hora de pasar revista!-
Maurice salió a los tropiezos haciendo equilibrio en sus bostas de ballet. Ni bien puso un pie en el salón todos se quedaron viéndolos. Ivette saludó con formalidad y dijo:
-Les presento a mi nueva zorra sissy-
Maurice era irreconocible. Los invitados estallaron en aplausos mientras Vera fue con rapidez hacia él y lo abrazó, luego le acarició los pechos de látex y le dijo:
-Eres hermosa zorrita –  y sin más le dio un apasionado beso en sus labios de látex femeninos.

Ivette, sonrió al verlos y sin que se notara deslizó sus dedos hasta su vagina, todo marchaba como quería…

Continuará…

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