Capitulo 5

[Cap 5]

No más de media hora después sonó el timbre. Ivette abrió la puerta y se encontró cara a cara con Vera, quien la miró y le dijo:
– Hola hermosa!, este es el día, no te arrepientes, no? -.
– No, ya deja de preguntármelo, hagámoslo -. Dijo ansiosa Ivette.
Tras Vera ingresaron dos ponygirls que cargaban valijas de mano y que al comando de Vera las posaron sobre la mesa
-Debemos actuar con relativa rapidez así podemos trasladarnos al lugar- Dijo Vera haciendo un ademán con la fusta.
De inmediato las ponygirls tomaron de una valija una mascarilla y se la colocaron a Ivette en el rostro, quien aún seguía vestida en su catsuit de enfermera.

Ivette oyó un gas sisear y rápidamente se sintió floja, hasta que se quedó dormida.
Vera, con ayuda de las ponygirls, trasladaron primero a Ivette y luego a Maurice hasta una camioneta furgón que habían dejado estacionada dentro del edificio. Colocándolos acostados en camillas.
Una vez hecho esto, el chofer de Vera, que vestía completamente de látex, arrancó tras la señal de ella.

No menos de una hora después, arribaron a un apartado predio en las afueras de la ciudad. En el centro de un enorme parque estaba la entrada a una elegante casona y a un lado el amplio garage.
La camioneta se estacionó dentro y una figura alta, canosa, vestida de guardapolvo blanco fue a su encuentro.
Vera se bajó y dijo:
– Robert!, un placer vernos de nuevo!, cuánto tiempo pasó?-.
– Vera, que placer tenerte aquí!, esto hay que celebrarlo!-.
– Oh si, definitivamente, pero antes debemos apresurarnos para comenzar -.

Las ponygirls y el chofer se bajaron y condujeron las camillas con Ivette y Maurice en  ellas hacia el interior de la casona. Al ingresar a un corredor lateral llegaron hasta un ascensor amplio y subieron. Descendieron un nivel hasta el subsuelo y al abrirse la puerta, se encontraron en un espacio muy amplio, perfectamente iluminado y moderno.
Robert, con las manos en los bolsillos de su guardapolvo dijo:
– Llévenlos hasta las sillas de examinación, debemos prepararlos bien-.

Ivette había empezado a recobrar el conocimiento y empezó a mirar a su alrededor mientras se acostumbraba a la luz. Para entonces se vio sentada en una silla de examinación ginecológica y a Maurice en otra a su lado, quien aún dormía.
Robert se acercó junto a ella y le dijo:
– Un gusto, srita, soy Robert, y estoy a cargo del procedimiento-.
Ivette asintió con la cabeza pues le costaba un poco hablar.
– Entiende ud. Lo que estamos haciendo no? – Dijo Robert con voz firme.
Ivette asintió nuevamente.
– Bien, procederemos entonces. Verá tendrá sensaciones raras, pero no sentirá nada -.dijo Robert.
Comenzaron con Ivette. Las ponygirls se habían cambiado de atuendo y ahora lucían guardapolvos blancos y guantes, como asistentes. Habían preparado varias mesas con objetos junto a la silla y esperaban a Robert, quien dio la señal y se retiró.
Primero la ayudaron a quitarse el catsuit verde que traía. Luego, tomaron dos pezoneras y se las colocaron sobre ellos, de las cuales salían sendos cables. Al apretarlas hacían succión y quedaron fijas allí. Ivette las miraba a las asistentes y se sentía excitada cuando sus guantes de látex le tocaban con suavidad sus pechos.
A continuación tomaron una faja de grueso látex negro, que a modo de banda colocaron sobre el pecho de Ivette. Esta faja era muy ajustada y una vez puesta aprisionaba y presionaba sus pechos hasta el punto de que no se notaban.
Luego, tomaron un catsuit negro de una sola pieza y procedieron trabajosamente y con ayuda de lubricante a ponérselo a Ivette.
El catsuit tenía dos aperturas en la entrepierna. Por la delantera una asistente procedió a insertarle un catéter en la uretra, haciendo que Ivette gimiera de incomodidad. Una vez inserto, lo cerraron en su extremo para impedir que saliera su contenido. Algo similar hizo la otra asistente insertándole un tapón anal inflable pero con extremo metálico.
Hecho esto, La primer asistente tomó lo que parecía un doble dildo que imitaba un pene con testículos de un extremo y una forma más anatómica y redondeada del otro.
Ivette lo miró extrañada, mientras Robert había regresado con guantes.
– Esta es una pieza clave, es totalmente de látex y fue diseñado por mi empresa de prótesis-. Dijo Robert y prosiguió – Verá, este dispositivo reproduce el efecto de la erección y el prepucio gracias a una doble capa deslizante. Pero bueno, no quiero aburrirla, esto es muy técnico, prosigamos-.
De inmediato, La asistente enhebró el dildo especial en el catéter de Ivette, hasta que lo insertó en su vagina del lado anatómico. Con ayuda de lubricante fue ingresando hasta quedar completamente inserto. En ese punto el dildo hacía tope y quedaba en contacto con su clítoris y recubría perfectamente su vagina con puntos metálicos. Con la adición de adhesivo, la asistente pegó el dildo al catsuit dejándolo fijo en su lugar.
Ivette miraba todo el proceso con ojos maravillados y lujuriosos, no podía creer lo que veía. El pene de látex negro y brillante estaba semi erecto allí al frente, parecía que era suyo, dos cables salían por debajo de los testículos hacia su ano.
Terminado ese proceso, ambas asistentes recortaron el pelo de Ivette y luego tomando una máscara de látex negro, se la deslizaron en el rostro. Tenía apertura de ojos y boca y se ceñía perfectamente al catsuit. Con algunos movimientos, las asistentes solaparon el catsuit con la máscara y la sellaron con adhesivo. Ahora Ivette era completamente de látex.
El último paso consistió en colocarle un cinturón que tenía lo que parecía una hebilla rectangular pero que quedaba en la parte de atrás. Luego una asistente tomó los cables que salían debajo del pene de Ivette, los pasó entre sus piernas y lo conectó a la parte trasera del cinturón en dicha hebilla, quedando bien ceñidos a su cuerpo como una tanga y casi invisibles.
Robert invitó con su mano a Ivette a levantarse. Ella le correspondió. Una vez de pie, Robert fue por detrás de ella y apretó un botón casi invisible en el cinturón de Ivette y se encendieron dos luces, luego le hizo un ademán de avanzar a una de las asistentes, quien respondió de inmediato y se acercó a Ivette.
Mirándola a los ojos, recorrió con su mano el pecho casi liso de Ivette hasta llegar a su nuevo pene de látex. Al acariciarlo, de inmediato Ivette comenzó a sentir un cosquilleo en su clítoris y el pene comenzó a erguirse y ella no podía creerlo. La asistente continuó masajeándolo ahora con más intensidad. Ivette sintió vibraciones en sus pezones ahora ocultos, en su ano y dentro en su vagina, haciéndola gemir.
Casi instintivamente, la tomó de los hombros y la llevó a agacharse frente a ella, con clara intención de que le diera sexo oral. La asistente respondió y comenzó a succionar fuertemente el pene de Ivette, al tiempo que ésta se estremecía por el placer que muy adentro suyo el dildo/pene le inducía. Ivette llevó sus manos buscando sus pezones y sus pechos, pero no logró hallarlos ni sentir nada mas que la estimulación de su nuevo miembro.
Vera entró en escena y dijo:
– Yegua 1, muéstrale que tan real es su nuevo ser!-.
La asistente aumentó su atención e Ivette sintió que se acercaba rápidamente a un clímax explosivo. Tomó con sus manos la cabeza de la asistente como intentando mantener el ritmo. Sus ojos se elevaron.

De inmediato sintió un orgasmo descomunal que la recorría, pero también vio incrédula que su pene de látex se sacudía rítmicamente y un líquido viscoso blanquecino saltaba por su extremo manchando la cara de la servicial asistente, que sonreía y se deleitaba con el aquél liquido.

Ivette abrió los ojos incrédula y sintió estando en éxtasis que acababa de eyacularse.
– Pe, pero, pero como?????, yo…..- dijo balbuceando.
– Te has eyaculado, los testículos que te hemos insertado llevan dentro varias cargas de mi propio semen y su expulsión es controlada por el cinturón. Podrás cargarlos regularmente con el semen de Maurice por ejemplo…..total, no lo va a necesitar por un tiempo…-.

Vera sonrió…

Continuará….

2 respuestas to “Capitulo 5”

  1. Ondu Says:

    Ja! Buenísimo Gerez! Quiero más! Saludos! Ondu.

  2. Ondu Says:

    Gerez ponete el capítulo 6 que no aguanto más la espera!!!! Saludos, Ondu

Deja un comentario