Capitulo 4

[Cap 4]

Al otro día de la reunión, ya levantados y descansados, Maurice le planteó a Ivette lo que sentía al respecto.
– Mira, Ivette, lo que paso ayer fue muy extraño, cuando Vera me beso mi excitación estaba por las nubes, pero a la vez verme a mi mismo como una mujer me daba una sensación incómoda -. Dijo mientras Ivette lo miraba.
– Pues yo me sentí rara también, de pronto ella te besaba y pensé que iba a sentir celos, pero no, me excite a verlas juntas como dos mujeres-. Confesó Ivette.
– No puedo creer lo que dices!-. Exclamó Maurice.
– Pues créelo – replicó ella.
– Entonces al final, cuando yo fantaseaba con un trío 2 + 1 no me equivocaba!-.Dijo Maurice.
– Algo así, pero si de fantasías imposibles hablamos, yo pensé también en dos mujeres y un hombre, solo que tu serías una de ellas y yo…..bueno, él – Dijo Ivette.
Maurice dejó lo que estaba comiendo y abriendo incrédulo los ojos, miró fijamente a Ivette.
– Que dices!!?!, acaso te volviste oca?, como sería eso?, yo no soy una mujer!.-
– No te ofendas, sé que eres hombre, pero estamos hablando de solo una fantasía, no de una realidad- Dijo calmando las cosas Ivette, pero en el fondo mentía.
Maurice se calmó y para romper un poco la tensión le dijo:
– bueno, respeto mucho que hayas abierto y compartido tu fantasía, sé que es difícil contarle esto a alguien sin esperar que le miren a uno raro – y prosiguió – admito que el otro día me sentí un poco sexy, si puede decirse así-.y siguió – Si de todos modos yo sé quien soy, no tengo por qué tener vergüenza verdad?,. me sentí bien y que??, no?-.
Ivette estaba callada, pero lo miró sonriendo a Maurice y le dijo:
– Te amo porque eres comprensivo y abierto y porque no te da vergüenza decir las cosas y oírlas tampoco- y continuó – tú disfrazado de cebra o de oso o con smoking, eres tú y yo soy yo y eso no va a cambiar nunca -.

Se quedaron en silencio mirándose. Maurice fue hacia Ivette y la besó apasionadamente, luego la tomó de la mano y la llevó a la habitación…

Pasó una semana e Ivette llamó a Vera desde la oficina.
– Hola, Vera?, aquí Ivette- Dijo al teléfono.
– Hola hermosa!, que gusto hablar contigo- respondió Ama Vera
– Mira, sé que hemos hablado sobre los riesgos, pero no puedo sacármelo de la cabeza. ¿crees que estoy loca?-. dijo Ivette.
– No, estás entusiasmada por la idea, pero debo advertirte que una fantasía hecha realidad puede ser maravillosa o terrible-. Sentenció Ama Vera y siguió – Igualmente me contacté con unos conocidos y creo que puedo ayudarte mucho si es lo que quieren ambos.
– En serio?, pero cuan real sería?.- Pregunto Ivette ansiosa.
– Oh, me temo que muy real!, al menos por el tiempo que dure- respondió Ama Vera.
Ivette tragó saliva y dijo:
– Pero no habrá riesgos ni daños no? –
– Riesgos?, bueno, el peligro de que no quieran volver atrás!, jajaja –  Rió Ama Vera.
– Auch, no se me había ocurrido eso, pero nooo, es algo de una vez y ya -. Dijo Ivette.
– Ya lo que creo que una sola vez, te informo que no será muy económico -. Dijo Ama Vera.
– Eso lo entiendo…y cuando se podría hacer? – apresuró Ivette.
– Mmmh, antes de eso, tengo una condición que quiero – dijo Ama Vera – Me dejarás prepararlo y entrenarlo a él como yo desee, tú lo verás cuando ambos estén listos -.
Ivette dudó.
– Eres dura, me pides algo muy difícil!, aborrecería saber que está con otra y lo sabes- .Dijo Ivette.
– Piénsalo bien, míralo desde otra perspectiva y mañana me contestas-. Cerró Ama Vera.

Al otro día y tras mucho pensar, Ivette llamó.
– Vera, está bien, quiero que lo prepares para este fin de semana. Ya arreglamos 15 días de vacaciones con Maurice y quiero que sea una sorpresa, si? – Dijo Ivette.
– Ohh, así que sorpresa eh?..…que deliciosamente perversa eres!-. Dijo entusiasmada Ama Vera y siguió – Pues esta dicho y ya no hay vuelta atrás, lo entiendes no?-.
– Si, lo entiendo, pero es una vez en la vida, no?, sino cuando? – Se repitió Ivette.
– Así es, mientras él este de acuerdo aunque no sepa los detalles, si -. Dijo Ama Vera.
– Si, él está de acuerdo, pero sin los detalles, ehem, supone que será un disfraz como el otro día……¿eso es trampa?-. Pregunto Ivette.
– Ah, no, niña, eso no me toca a mí juzgarlo, solo te lo digo para que lo pienses-.
Se despidieron y quedaron en verse en 3 días.

Llegado el viernes a la noche, Maurice estaba ansioso por salir de viaje el sábado. Ivette, preparó las valijas y antes de acostarse, decidieron tener una sesión usando látex.
– Ponte tu catsuit Maurice, ya vuelvo- Dijo Ivette y fue al vestidor.
Maurice comenzó a cambiarse y al rato apareció Ivette en la puerta de la habitación.

Estaba vestida de enfermera, con un catsuit verde turquesa y un delantal blanco de látex. Guantes en las manos y haciendo ademán de silencio.
Maurice la miró fijamente y ya con una evidente erección la llamó.
– Me vas a curar?- Dijo pícaramente.
– No, te voy a da un tratamiento especial- le dijo guiñándole el ojo.
Ivette fue hace Maurice y lo empujó sobre la cama. Luego lo ató al respaldo y se dirigió  hacia el placard. De allí tomó una mascarilla antigas y una bolsa de respiración de látex.
– Mm, esto te ayudará a sentirlo mejor – Dijo Ivette mientras le colocaba la máscara en la cabeza a Maurice y conectaba la manguera a la bolsa de recirculación.
Maurice empezó a respirar y la bolsa se inflaba y desinflaba rítmicamente. Aunque estaba abierta para que ingresara aire exterior, le imprimía a su aire un intenso aroma a látex que lo hizo estremecer.
Ivette se bajó el cierre de su entrepierna, insertó el pene de él en su vagina y se sentó sobre, comenzando a cabalgarlo.
La respiración de Maurice se aceleró y comenzó a gemir.
Ivette aprovechó eso y cerró la entrada de aire, al tiempo que abrió una válvula de otra manguera que Maurice no había visto. De ella inmediato intensificó su cabalgata para hacerlo acabar y rápidamente sintió el cuerpo de Maurice ponerse tenso.
Maurice se acabó en medio de una oleada de aroma a látex, orgasmo y una rara sensación de mareo.
Lentamente se fue quedando quieto y de a poco profundamente dormido.
Ivette se levantó y fue hasta la sala a buscar el teléfono.
– Vera, estamos listos, puedes venir a buscarnos- Dijo Ivette con voz seria, pero ansiosa…

Continuará….

3 respuestas to “Capitulo 4”

  1. Ondu Says:

    Maravilloso cuento el del Inversor! Estoy a la espera ansiosa del 5 capítulo! Me come la cabeza! Saludos. Ondu

    • Gerez Says:

      Me alegra que te guste!.
      Eso si, se pone cada vez mas hardcore la cosa…

      Muchisimas gracias por postear.

      Saludos
      Gerez

  2. Ondu Says:

    Es cierto, quizás por eso despierta el morbo de saber como sigue! Saludos Gerez! Poneme el capítulo 5 que me va a explotar la cabeza!!!!!!!

Deja un comentario